El meteorito (un cuento de Rocío)

Resulta que el otro día estaba de vacaciones, en Bello Horizonte (Canelones) en la casa de mi abuelo.

Estábamos hablando de que yo nunca había visto un meteorito o una estrella fugaz, hasta que de pronto apareció una cosa bien verde en el cielo. Pensé que era una estrella fugaz, lo señalé porque no me salían las palabras.

Mi madre pensó que había una comadreja, entonces empezó mirando para abajo, pero como no vio nada, levanto la cabeza y ahí vio lo mismo.

Al otro día nos enteramos de que era un meteorito, pero no cayó en una casa, así que no se preocupen mucho, cayó en altamar. Vimos que salió en el informativo.

Se me ocurrió una historia

Un día yo estaba en la playa y vi una ola gigante, muy curiosa fui a ver. Luego vi que había un gigante meteorito y ese meteorito me lo llevé a mi casa.

En mi casa, de noche, como sentí un ruido me acerqué a ver qué estaba pasando, y vi que había alguien abrazando el meteorito. Sin saber quién era, le dije hola y él me contestó

– Hola.

Después me preguntó:

-¿Sabés dónde estoy?

-Estás en el planeta Tierra- le dije.

-Ah, pensé que estaba en Marte.

Sabiendo que era un extraterrestre, le pregunté si quería que lo ayudara a volver a Marte, y él me contestó:

-Obvio.

Me dijo, ¿dónde haremos una nave espacial? Yo le contesté: “En el garage, hay muchas cosas que nos pueden ayudar”.

Juntos fuimos y empezamos a hacer la nave espacial. Con mucha paciencia lo logramos, pero nos dimos cuenta de que necesitaba un motor. Entonces fuimos a comprar un motor y pusimos el motor.

Después él se pudo ir. Lo extrañé mucho, pero sabía que podía conseguir nuevos amigos.