“Hacer Anina fue como irse de viaje entre amigos”

Lectores y lectoras de Gigantes entrevistaron al animador e ilustrador Alfredo Soderguit, director de la película Anina y del corto animado Los Carpinchos, que se estrenó en agosto en Divercine.

• Qué le inspiró y de dónde salió la idea de crear la película?

Lunaotaku (11), Guadalupa (8), Pancito (8), La Pro (9)

Hacer Anina fue un proceso que llevó mucho tiempo y en el que trabajó mucha gente. Este proceso involucró mucho trabajo creativo y muchas decisiones que se tomaron en diferentes momentos. Además, todas las personas involucradas en la realización de Anina aportaron talento e ideas. Entonces podíamos decir que hubo muchos momentos de inspiración que nos ayudaron a resolver diferentes cosas, como movimientos, voces, formas, texturas, colores, objetos, música, sonido. Todo se hizo con mucho afecto y nada es casual.

Pero hay algo que es fundamental, está en el inicio de todo y es lo que me hizo desear hacer esta película: lo que me pasó cuándo leí por primera vez la novela Anina Yatay Salas de Sergio López Suárez y lo que me pasó mientras hacía las ilustraciones para su publicación. Sentí que Anina me hablaba, en gran medida, de mi propia infancia. Eso me hizo imaginar y disfrutar de la lectura en cada uno de sus detalles, incluso los detalles que el texto no menciona, pero que están ahí. Cuando se sumaron algunos amigos al proyecto y fuimos compartiendo la idea y el deseo con otros más, esa lectura y ese imaginario crecieron como una bola de nieve, o como una bola de masa para hacer tortas fritas como preferimos decir.

• Me gustaría preguntarle por qué el libro y la película de Anina son diferentes. 

Ama nya 15  (9)

Hay muchos tipos de libros, así como hay muchos tipos de películas, tienen cosas en común y tienen diferencias. Si pensamos en una novela como Anina Yatay Salas y en una película como Anina, tal vez la diferencia más importante sea la temporalidad de la experiencia del lector/expectador. Nada nos impide ver una película en partes, movernos hacia atrás para volver a ver una escena o dejarla en pausa hasta el día siguiente así como nada nos impide leer una novela de un tirón y a todo ritmo, hay algunas que logran eso en los lectores. Sin embargo lo más común es que veamos las películas de una vez hasta el final y que nos tomemos algunas pausas con los libros. Pero hay otras diferencias, como por ejemplo las formas en que se puede describir en un libro lo que un personaje piensa o siente y las formas en que se puede mostrar eso mismo en una película, sin usar palabras.

Anina Yatay Salas es una novela que se enfoca mucho en lo que el personaje piensa y siente, en ella el escritor se toma la libertad de “parar” la historia para contar algunas anécdotas que transforma en recuerdos de Anina o en historias que le contaron. Todo esto funciona muy bien en la novela.

Cuando comenzamos con la escritura del guión de Anina, Federico Ivanier, que es quien hizo lo que se llama la adaptación, analizó todos estos aspectos y muchos otros, y nos propuso algunos cambios para mejorar el funcionamiento de la historia en el lenguaje audiovisual, especialmente para mejorar la estructura narrativa, el tono y el ritmo de la historia. El corazón de la historia es el propio personaje de Anina, su mirada y sus sentimientos, eso es algo que Sergio desarrolló y escribió con mucha profundidad y amor en la novela, y es lo que sostiene y le da valor a la historia en la película. Eso no se cambió.

• ¿Vos o algún chico o chica de la escuela se metía en alguno de esos problemas, como para inspirar a Anina?

Atenea (10)

Cuando iba a la escuela me pasaron muchas cosas parecidas a las que le pasan a Anina, pero, tal vez, lo que más me inspiró no fue que me haya pasado algo igual, como meterme en un lío, sino el recuerdo de la forma en que eso me hacía sentir.

• ¿Desde cuándo salió tu pasión por la animación? ¿Cuál es tu obra favorita? Y ahora, lo más importante… ¿TE GUSTAN LOS RAVIOLES DE 4 QUESOS? Si no, sos un alien.

Gatita Fantasma (8)

Primero lo más importante: creo que me gustan los ravioles de 4 quesos aunque no es algo que como con frecuencia. Me gusta el queso cremoso y apestoso, los hongos, las tartas, salsas con mucho condimento, las empanadas de carne y el pescado crudo. Tal vez soy un alien, le voy a preguntar a mi padre.

Creo que mi pasión por la animación se desarrolla a partir de que me gusta mucho dibujar, es algo que siempre hice. Cuando éramos niños, mi hermano Carlitos y yo coleccionábamos personajes dibujados y recortados en papel que calcábamos o copiábamos de libros y revistas. En los 70’s y 80’s en Rocha no había cartas Pokémon. En un momento teníamos muchos de estos personajes de papel y empezamos a construirles casas, autos, objetos y hasta paisajes y escenarios, todo en papel plano, sin volumen, en 2D, eran como dibujos animados. Jugábamos a inventar historias sobre la mesa del comedor. Recuerdo que la mesa era de madera y que llegué a dibujar sobre uno de sus bordes un horizonte en relieve con la punta de un cuchillo. Un día mi madre me dijo que eso que había hecho no estaba bien, y me pidió que por favor usara toda la mesa y que completara el dibujo; entonces le agregué un ciervo gigante. Cuándo era niño me gustaban mucho las películas de fantasía y ciencia ficción que tenían maquetas impresionantes y personajes construidos; Star Wars, Laberinto, los Muppets y otras tantas que no recuerdo y que sólo veíamos en el cine. Me encantaba imaginarme cómo hacían para realizar todo eso y me parecía muy divertido. Recuerdo que hubo unos meses en que dejé de ir a clases de dibujo porque el horario coincidía con la hora en que pasaban por la tele Sankuokai, una vieja serie japonesa muy parecida Star Wars.

• ¿Cuanto tiempo le llevó y cuánta ayuda precisó?

Señorita Sterling (11)

Desde que empezamos a escribir el guión hasta que estrenamos la película pasaron casi 10 años. El trabajo se fué haciendo en diferentes etapas, todas estuvieron muy buenas y aprendimos mucho. Teníamos una historia hermosa, queríamos hacer está película, y tuvimos que ir aprendiendo cómo hacerla. Para esto se fueron sumando muchas personas en diferentes tareas: escribir, producir, dibujar, animar, actuar voces, grabar, diseñar sonido, componer música, organizar y administrar. Lo más lindo de todo el proceso fue que cada persona lo disfrutó y a todos nos quedó un gran recuerdo y un montón de amigos.

• ¿Cómo fue todo el proceso para crear Anina y que tipo de animación usaron?

Tintín (8)

El proceso se puede describir en etapas: 1) DESARROLLO que es escritura de guión, desarrollo de personajes, desarrollo narrativo visual, hacer un storyboard. 2) PREPRODUCCIÓN, que es la preparación de los personajes, realización de bocetos de los escenarios y realización de un animatic que es un boceto de la película completa con poca animación. 3) PRODUCCIÓN, que es la etapa central en la que se hace toda la animación, se graban las voces, se realizan los escenarios, se hace el sonido, se compone y se mezcla todo, y 4) POSTPRODUCCIÓN que es la etapa en la que se ajusta todo para que se vea y suene más lindo, se agregan efectos, ajustes de color y de sonido.

Anina es una película de animación sutil, los personajes no hacen gestos exagerados ni andan rebotando por todas partes. Aunque parezca que eso lo hace más simple, animar así puede ser más difícil porque hay que expresar muchas cosas que le pasan a los personajes usando la animación justa. Entonces decidimos formar el equipo con animadoras y animadores que fueran también buenas ilustradoras e ilustradores, que fueran buenos creando imágenes fijas en las que la gestualidad, postura, mirada de los personajes fuera lo importante. Igualmente todos habían tenido alguna experiencia en animación. Ese equipo fue liderado por Alejo Schettini que es un animador muy talentoso y sensible y que, por suerte, es uno de mis mejores amigos.

Yendo a lo más técnico, se puede decir que la animación de Anina es 2D con la técnica conocida como cutout, personajes planos digitalizados y armados con partes que se pueden mover como si fuera una marioneta.

• ¿Cómo hizo para hacer la peli, fue difícil?

Lynita (9) y Ama nya 15 (9)

Anina se pudo hacer gracias a que mucha gente se sumó al proyecto con la misma pasión y ganas de hacerla.

Supongo que se puede decir que fue difícil porque tuvimos que aprender a hacer muchas cosas pero no lo vivimos como un proceso difícil. Hacer Anina fue como irse de viaje entre amigos, una aventura. Teníamos una casona grande y vieja, nos pasábamos dibujando y hablando de cine, de libros y de muchas cosas, hacíamos de comer para todos, jugábamos al basketball en un pasillo, le llamábamos basketHALL, vimos juntos el mundial de Sudáfrica 2010, algunos de nuestros hijos e hijas nacieron en ese tiempo, compartimos y aprendimos mucho, crecimos y hasta hoy seguimos siendo amigos y compartiendo proyectos.